domingo, 9 de febrero de 2014

Estrés en el Envejecimiento.


Según un estudio publicado en la revista " Journal of Neuroscience" el estrés podría acelerar el deterioro cognitivo al final de la vida. Se ha observado que niveles altos de hormonas de estrés, la corticosterona, durante las etapas avanzadas de la vida producen cambios estructurales en el cerebro y déficit de memoria a corto plazo. Aunque con el paso del tiempo las personas mayores experimentan deterioro cognitivo a medida que envejecen, el grado y la rapidez de los cambios varía de una persona a otra. A pesar de ello, no quiere decir que la presencia de altos niveles de estrés sea el único factor que determine el declive de la capacidad mental durante el envejecimiento. 

Cuando las personas llegan a una edad en la que dejan su vida laboral después de tantos años trabajando, el frenado que supone la jubilación puede resultar muy duro, existen otras situaciones que pueden agravar la situación como por ejemplo personas ancianas que viven solas o en viviendas precarias, personas mayores dedicadas al cuidado de su pareja enferma, o cuando los hijos han crecido y se van de la casa familiar dejándoles sin ese punto de apoyo social que tenían previamente, también las enfermedades asociadas que acaban poniendo trabas a su movilidad y en muchos casos a su capacidad intelectual, las dificultades económicas asociadas a la jubilación, o la obligación de mudarse a una residencia, etc... todas estas situaciones hacen que empeoren la ansiedad, la depresión y otros trastornos relacionados con el estrés. 

Las personas mayores tienden a vivir con mayor estrés que los jóvenes, pero tienen menos tendencia a reconocerlo, además tienden a ver estos factores estresantes como inmutables o irresolubles a diferencia que los jóvenes que suelen a ver estos factores estresantes como problemas que serán resueltos en un momento u otro en el futuro. 

En cuanto a las estrategias de afrontamiento del estrés, las personas mayores a diferencia de los jóvenes, tienden a desarrollar modos de afrontamiento como por ejemplo usando el humor y la sublimación ( mecanismo de defensa maduro que consiste en canalizar las pulsiones (agresión, sexualidad, etc..) no aceptadas socialmente o difíciles de satisfacer todo aquello al otro universo de la realidad como por ejemplo, el arte, el trabajo o el deporte), que distorsionan menos la realidad. Los jóvenes por el contrario, usan la proyección ( el individuo coloca en el otro lo que es propio por ejemplo: Pepito nos odia), la negación ( el individuo rechaza esa realidad) y regresión ( cuando su comportamiento o emocionalidad revive situaciones traumáticas vividas en el pasado), que producen un grado mayor de distorsión de la realidad. 

Las personas mayores utilizan la confrontación indirecta, a diferencia de los jóvenes que usan la confrontación directa, a la hora de resolver los problemas a esto hay que añadirle la larga experiencia vital que tienen las personas mayores a la hora de resolverlos.










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